Te deshidrataste el primer día. Comprendimos que tu suplemento alimenticio sería una buena dosis diaria de Gatorade.
El viaje, la estadía, fueron intensos.
Juntos los tres, aprendiendo a tratarnos, a reconocernos bajo ese sol infernal.
Caminando por largas horas, descansando a intervalos cortos, y retomando la marcha ansiosa entre librerías, cafés, elefantes y tus queridos gatos del Botánico.
Te rebelaste a ratos. Nosotros también.
Nos acompañamos. Y volvimos a mirarnos. Los tres.
Guardo los mejores momentos, tu asombro ante los animales, tu descanso merecido en la cama del hotel, tu papá contigo en un baño de espumas; tú mostrándole a los gatos tu foto sobre un caballo: "éste, papá... éste, mamá... éste, Iene..."; tu sonrisa satisfecha, al mirarnos, acostados a cada lado tuyo.
Llegaste alegre. Corrías de un rincón a otro del departamento, enérgica.Ávida por contarle a todos tus descubrimientos.
Te hablo del jardín, y me dices "no".
Sólo quieres saber de Pumas y Chitas.
Juntos los tres, aprendiendo a tratarnos, a reconocernos bajo ese sol infernal.
Caminando por largas horas, descansando a intervalos cortos, y retomando la marcha ansiosa entre librerías, cafés, elefantes y tus queridos gatos del Botánico.
Te rebelaste a ratos. Nosotros también.
Nos acompañamos. Y volvimos a mirarnos. Los tres.
Guardo los mejores momentos, tu asombro ante los animales, tu descanso merecido en la cama del hotel, tu papá contigo en un baño de espumas; tú mostrándole a los gatos tu foto sobre un caballo: "éste, papá... éste, mamá... éste, Iene..."; tu sonrisa satisfecha, al mirarnos, acostados a cada lado tuyo.
Llegaste alegre. Corrías de un rincón a otro del departamento, enérgica.Ávida por contarle a todos tus descubrimientos.
Te hablo del jardín, y me dices "no".
Sólo quieres saber de Pumas y Chitas.
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