20.12.05

Mi ángel caído





No podemos hablar de fiasco, sino de giro sorpresivo en la trama representativa.
Asumimos que estábamos preparados para el evento. Nuestra imaginación sólo daba para visualizar el tortuoso intento "chocho" de ponerte esas alitas de ángel, las que inmediatamente pasaron a la historia. No sabíamos que tu representación, ofuscada, inmóvil en escena, mientras tus compañeros deleitaban a los presentes con una ronda navideña, iba a causar tanta ternura, y tanta risa.
De pie, mirabas desconfiada al público con ojo desafiante, hasta que tu mirada se suavizó al reconocer a tu padre, cámara en mano, registrando cada detalle de tu exhibición.
Suplicaste, llamaste a la tía, para explicarle que era tu papá el que estaba al frente, y que claramente, ya no podías seguir haciendo el rídiculo por más rato.
Fin del divismo. Irene, mi angel lowperfil.

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